Familia, martes, de nuevo nos acompañamos. Maravilla, es un placer.
¿No os ha pasado nunca que los días en los que no mostramos una sonrisa, desde el inicio, no son tan bonitos como los que sí? A mí, me ha sucedido…
Fundamental la primera sonrisa del día: dedicada a nosotros/as mismos/as. Es como si fuera el ritual del inicio de cada día que vamos a poder recorrer con la mayor alegría posible; yo, como propio ejemplo de ello, lo recomiendo a manera de costumbre de vida sana.
Sonreír, práctica potente de llevar a cabo, los beneficios que implica son múltiples, de calidad de vida; si os parece bien, más tarde, hablamos de los grandes provechos de este gesto de positividad. Si me permitís hago un paréntesis, del tema en cuestión, para comentar que, delante de vuestras sugerencias, voy a tratar que mis entradas sean más ligeras de leer: no haciendo aportaciones muy largas. ¿Cómo? Pues, dividiendo los temas en varias entradas, por amenizar lectura no quiero obviar información necesaria.
Hecho este inciso, ahora vamos a dialogar, un ratito, de la bella práctica de «auto-sonreírnos» en primera instancia del día. ¿Cómo lo puedo hacer de la manera más positiva y eficiente? Sinceramente, yo lo he conseguido de una manera muy sencilla, transformando lo que me impuse como una «extraña obligación inicial» en una «ceremonia fácil y exquisita».
Cada mañana, procedo de la siguiente guisa: limpio mi cuerpo interna y externamente, en última opción derivo en lavarme la cara y cepillarme el cabello, justo en ese momento, antes de empezar a correr en el día a día, me paro delante del espejo durante unos minutos y me sonrío, tal cual leéis, sin más, una amplia sonrisa invade mi cara. Esta práctica que, al principio, era un «poco forzada» se ha transformado, desde hace mucho tiempo, en espontánea. La causa principal de este hábito es quererme y sentirme apreciada desde mi ser interno, la primera persona que debe cuidar de mí misma, soy yo, es una manera agradable de tratarme e indicarme el camino del nuevo día. Os invito a ella. ¿No creéis que sería un buen auto-crecimiento hacer unos intentos con el procedimiento que vosotr@s decidáis? Probadlo y, si os apetece, me lo compartís. Muchísimas gracias.
Por otro lado, cuando vamos más allá de nosotros/as mismos/as, sabemos que nuestras reacciones o los mensajes que emitimos/recibimos, cuando interactuamos con los demás, son mejor interpretados, por ambas partes, si se nos recibe o recibimos con una sonrisa. De hecho, se crea un efecto espejo ya que, en condiciones emocionales «normales», más bien constructivas, nosotras/os devolveremos otra sonrisa a quien nos la ha emitido y al revés, acciones recíprocas en positivo: BRUTAL.
A ver, no vivo en el país multicolor de la Abeja Maya y reconozco que, no siempre, es fácil emitir una sonrisa, conseguir que nuestros labios se curven y nuestros dientes se muestren de forma agradable, sin embargo con un poco de empeño y bastante conciencia, bien combinados, se puede conseguir proyectar esta imagen tan cautivadora; tristemente, cada vez es más inusual frente al hermetismo que, parece ser, otorga fuerza. ¿De verdad? ¿Una sonrisa puede ser sinónimo de debilidad? Vosotr@s tenéis la respuesta. Sí, sería interesante generar conciencia entorno a que la figura que se puede dibujar en nuestro rostro será mucho más agradable gracias a ese ademán y que recibiremos recompensas muy entrañables, tanto desde nuestro foro interno como desde nuestras interacciones externas.
Podíamos plantearnos esta manera de actuar como una actitud de vida y pasar por ésta viviéndola con una mayor intensidad: dejando que nuestro corazón se expanda y nuestro cerebro se relaje, confiriendo bienestar en aquellos ambientes por los cuales nuestra esencia fluctúe.
Sí que es cierto que, a veces, nos planteamos si tenemos motivos para que dicho gesto emerja en nuestra faz, creo que sería interesante hacer un asiento de entradas y salidas de las situaciones positivas y negativas que entran en nuestro corazón y darnos la oportunidad de poder enfocar hacia las constructivas, aquellas que nos hacen sentirnos plenos de alma, corazón y mente. Evidentemente, todas aquellas situaciones que nos generen tristeza son respetables y totalmente lícitas, mi sugerencia siempre parte desde el respeto a que somos únicos y nuestras circunstancias también, por lo que imposiciones ninguna. Hemos de ser capaces de respetar los zapatos de todos los diferentes caminares, ésta sí que debería ser una regla de vida.
Por supuesto que no hablo del imperio de la hipocresía mal llevada para agradar a todo ser viviente o del sacrificio de nuestros sentimientos para transmitir que, por encima de todo, estamos bien y felices ante cualquier situación. Rotundo no, probablemente, éstas serían unas dinámicas contraproducentes y unas actitudes imposibles de llevar a cabo; de hecho, jamás se me ocurriría ni insinuarlas porque yo sería la primera en no cumplir mi parte. Sinceramente, la dinámica que os sugiero es un camino que se puede mostrar en aquellos momentos a los cuales nosotr@s les demos tal potestad. No es más que vivir de la manera más agradable nuestro sendero teniendo muy claro que los mensajes no verbales que mandamos a nuestro cerebro tienen una gran influencia en nuestro bienestar emocional.
Quizás os habéis planteado que llevamos dos años inmersos en la sociedad de la mascarilla, consecuentemente NO mostramos nuestra boca y la sonrisa anhelada desaparece; no es así amigos/as míos/as, nuestros ojos muestran esa sonrisa a través de como se configura su forma y del brillo que desprenden nuestras pupilas, llegamos a transmitir que el gesto de sonreír, a pesar de que no se vea, está ahí, con nosotros/as recibiendo a quien se nos acerca y acogiéndole. O sea, que no busquemos excusas para dejar de llevar a cabo esta bella filosofía de vida la cual nos puede llevar a un agradable paisaje de emociones positivas.
Finalmente, quisiera transmitiros que, mientras he estado construyendo esta aportación, he imaginado unas cuantas sonrisas ante vuestra lectura, consecuentemente el espejo ha funcionado y no he dejado de sonreíros mientras tecleaba palabra tras palabra, desde mi corazón. El ambiente distendido y agradable, entre vosotros/as y yo, se ha conseguido, maravilla. Espero que lo hayáis percibido. Gracias desde mi corazoncillo.
En la próxima entrega, si os parece bien, hablaremos de los múltiples beneficios de sonreír, interesantes a conocer.
¡Un abrazo enorme y que vaya bien esta semana!
Ana Torres
Me encanta esta reflexión. En muchos momentos en la meditación se utiliza el esbozo de la sonrisa porque el cerebro lo vive como bienestar. Como dices tú esa pequeña curva en la línea de tus labios provoca una bella predisposición en el inicio del día que puede marcar la diferencia. Y comparto contigo que sonreirTE es una forma de confirmar que te das valor a ti mismo y, que cuidarte y aceptarte, es el mejor camino. Un pequeño gesto frente al espejo, al principio quizás forzado, abre ese camino. Gracias x tu gran reflexión. Eres maravillosa desde tu sencillez. Besos
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Montserrat, siempre tan valiosas tus aportaciones, muchísimas gracias por valorar este «pequeño-gran» rinconcito donde la premisa es cuidarnos mutuamente desde dentro hacia afuera para proyectar nuestra mejor esencia.
Con una gran sonrisa en mis labios te envío un abrazo de aquellos potentes de verdad.
Ana
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Anaaaaaaa! Exacte! He estat amb un somriure durant la lectura del teu text. I estic totalment d’acord en fer aquest exercici espiritual i físic de somriure. A mi em funciona. És un acte que només depen de mi i m’encanta fer-lo, com dius, de regalar-me’l i regalar-lo. Doncs res, ens veiem aviat amb un somriure!!!!
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Hola Ana,
Moltes gràcies per les teves paraules!!!
Em sembla molt recomanable això de dedicar-nos somriures 😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰😄😄😄😄
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Rosaaaaa!! Quina alegriaaa saber de tuuuu! Quina meravella percebre que he aconseguit el teu somriureee!
Gràcies pel teu recolzament i el teu cor, sempre tan acollidor.
Moltes gràcies i espero poder abraçar-te per aquí i, quan puguem, en personaaaa.
Una abraçada enormeee!!
Ana
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Carlota!!!! Quin goig assaborir la teva resposta imaginant el teu somriure tan bonic i obert a nous mons! Sí, continuem en aquesta dinàmica de fer-nos regals tan valuosos com aquest i que enterament depén de nosaltres mateixos.
Una abraçada molt forta!
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