Buenos días/ Buenas tardes amigu@s, martes 19 de abril, unos días previos a una gran festividad: Sant Jordi.
Qué gran gozo que es leer, qué gran lujo que es escribir, grandes historias contadas por corazones que comparten historias y de las cuales el lector se apropia de manera entrañable. Y, a veces, de forma posesiva… Querer poseer, quizás una actitud un tanto negativa, ¿verdad? ¿No es mejor compartir?
¿Hábitos un pelín nocivos? Hoy entramos en modo autovaloración personal honesta y, desde la parte implicada que soy, me ofrezco como punto de partida. Confieso que me percibo como las dos caras de la moneda: la positiva y la no-tan-positiva. Trabajemos la segunda, sin miedos.
A menudo, nos escudamos en todo nuestro potencial positivo, que está muy bien, de verdad. Sin embargo, pongamos un poco de fuerza y miremos nuestras costumbres «menos buenas», esa cara que mostramos cuando nos preceden una serie de comportamientos no tan bonitos…
¿Caras de incredulidad? ¿Por qué? Ana no está enfocando a lo más virtuoso de cada persona, parece que habla de lo contrario. Efectivamente, es lícito y realista, si nuestra mirada se da cuenta en lo que auto-fallamos podemos crecer, si todo está bien no avanzaremos igual. Por favor, empecemos desechando esas excusas que usamos para justificar resultados o acciones que no son las más adecuadas, por muy buena intención que pusiéramos no eran las mejores…
Para promover actitudes hay que ser congruentes y se debería predicar con el ejemplo. Por lo tanto: ¿Qué mejor que empezar conmigo misma? Me ofrezco muy voluntariamente. Vamos allá.
Se puede apreciar que uno de mis malos hábitos es querer ver la vida siempre desde el lado positivo y os preguntaréis: ¿Qué tiene de malo? Os argumento rápido, a veces cuando me interrelaciono y actúo en consecuencia a esta concepción, no aporto las dosis de realidad que son necesarias en este mundo, existen ámbitos en los cuales hay que aceptar lo que nos duele, sin más.
Intención de restar lo que no se debe suprimir, comporta su consecuencia: una venda dolorosa ante aquello que causa malestar. Analizando, internamente, llego a la conclusión que no es sano: «no se pueden controlar determinados sucesos de la vida y mucho menos dejarlos arrinconados a un lado». Premisa de crecimiento: Aceptar, en primer lugar; Reconducir sí, si se puede; Obviar no, nunca; Actitud más saludable.
Pido disculpas si, en algún momento, me he mostrado de esta guisa con alguno de vosotr@s, nunca he pretendido llevar a la nimiedad las circunstancias que os ahogan, simplemente he pretendido parar un poquito vuestro sufrimiento y debería haber sabido ver que no buscabais soluciones sino un acompañamiento. Procedimiento erróneo por mi parte.
En otros momentos, cada vez los menos, me doy cuenta que puedo derivar en un irrespetuoso comportamiento respecto al tempo que necesitan otras personas y sus maneras de implicarse en circunstancias comunes. Quizás, más que quizás de bien seguro, yo debería saber ver que no siempre ha de imperar el afán del bienestar que «yo» otorgo a dichas escenas; existen infinitos puntos de vista y respetables aunque no provengan de mí. Más crecimiento a saborear.
Por otro lado, tengo la costumbre, un tanto criticable, de intentar hacer las cosas de la mejor manera, desde mi punto de vista, y si, por casualidad, advierto algún comentario de una probable mejora me lo puedo tomar como un pequeño ataque.
¿No os ha pasado que dejabais vuestra mejor intención en aquello que llevabais a término y no os ha gustado la respuesta recibida? Pues bien, somos nosotr@s quienes tenemos la conducta inapropiada por haber querido nuestra propia valoración desde otra mirada. Potenciar ser más realista y dejar que los demás tengan derecho a su propia opinión sin lugar a nuestra ofensa. Simplemente buscar nuestra aprobación y dejar libertad a valoración ajena sin condicionarnos, en exceso, su beneplácito o no.
Amigu@s mí@s continúo, a veces no llevo a término lo que predico: esa paciencia con nosotr@s mism@s, bajar un poco el nivel de autoexigencia; hemos dicho sinceridad, pues a ello, mi nivel de rigidez personal está bastante alto todavía. Me gustaría que no fuera así, aún me falta llegar a un estado de mayor flexibilidad personal, la que muestro con los demás no siempre sé aplicármela a mí misma. Estoy en ello, aprendiendo a respirar y pararme para analizar: lo conseguiré.
Finalmente, o eso espero jejeje, tengo el mal vicio de fumar, es decir soy dependiente emocional y psicológicamente de una acción que perjudica mi cuerpo y que no aporta nada bueno; aún así, siempre que me hago propósitos para acabar con ello, rápidamente, encuentro excusas que me justifiquen procrastinar dicha acción. Me conlleva a una decepción personal, con la cual convivo, en lugar de poner solución. ¿Una actitud un tanto ridícula? Pues sí, sin ningún argumento totalmente válido. De nuevo, acepto que puedo ser débil y un no ejemplo de todo virtudes.
Bueno, por ahora, hasta aquí mis malos hábitos, caminan a mi lado desde mi mirada que les estipula una importancia para trabajarlos; seguramente, desde un observador externo existirán más o menos, quién sabe. La verdad, no importa mucho si no afecta en exceso a esas miradas ajenas. Eso sí, siempre dispuesta a escuchar si me equivoco. Os espero. Muchas gracias.
A pesar de la enumeración realizada de mis no virtudes que conviven en mi esencia no me siento en un abismo emocional, bien al contrario, me ofrezco puntos de partida a mejorar que se encuentran al lado de todos mis buenos hábitos.
¿A dónde he llegado con estas realidades no tan positivas como quisiera? A seguir construyéndome, no importa la edad, el estatus, el género,… Otorgar importancia a nuestra esencia e identidad, no hay más, y si partimos de lo que sabemos que hacemos mal, junto a nuestras virtudes evidentemente; cada día iremos en aumento personal. Siempre con dosis de cariño y compasión.
Sinceramente, creo que si intentamos ser más objetivos y honestos, con nosotros mismos, podremos caminar de manera sobresaliente por la vida, conviviendo con todo tipo de ecosistemas, humanos y no humanos. Y, en el mejor de los casos, se puede aprender a relajar esos malos hábitos que forman parte de nuestra esencia, llevándolos a un mínimo exponencial. ¿No creéis?
Invito a realizar este pequeño proceso de construcción personal, regalándonos un camino más firme y quitándonos esas duras críticas, simplemente echando un vistazo a esas pequeñas actitudes que, a veces, son un tanto tortuosas o que, muchas veces, nos derivan en un: «podría haber mantenido mi boquita cerrada o podría haberme estado quietecita…»
Siempre os digo que donde va el enfoque va la energía… Ahora bien, de vez en cuando, miremos qué podemos mejorar para sentirnos aún más plenos, si cabe lugar, sin obsesiones, alejándonos de la perfección acercándonos a nuestra mejor versión. Con cariño y entereza todo se puede conseguir si estamos convencidos de ello. Si no cambiamos actitudes personales no hay cambios en nuestro caminar, todo depende de nuestra voluntad y a dónde queramos llegar.
Mi intento de enfocar a aquello que nos aporta crecimiento personal no implica que sea fácil en todo momento. Busquemos en nuestros corazones nuestra mejor interpretación, sin obsesiones pero con dosis de realismo.
«Escribiré en mi libreta de reflexiones cuales serán mis «remodelaciones» y procuraré priorizar las que más me duelen, luego haré una planificación «para no dormirme en los laureles»»
Montse Puig
«Un placer, amiga y compañera, y un honor poder acercarme a esta ventana lila y respirar aire fresco…»
Cristóbal Carrasco
No ha sido tan difícil mirar mis/nuestros hábitos a variar y no me siento mal; es más me sonrío dulcemente. Manifestarlo ante vuestros ojos, me ha conducido a que me haga un pequeño-gran propósito, aún más tangible, por vosotr@s, pero sobre todo por mí. Espero explicaros mis avances.
¡Disfrutad de la semana! Un buen hábito que habita en mi interior: «Caminar alegremente por la vida».
Un abrazo enorme y ¡Feliz día de Sant Jordi!
Ana Torres
Siempre maravillosa e incisiva. Ala!!! vamos a mirar nuestras no virtudes, aquello mejorable, aquello que no nos aporta alegria.
Me encanta tu forma de empujarnos desde el «¿Lo veis? Yo tambie lo hago»
Pues nada, esta noche escribiré en mi libreta de reflexiones cuales seran mis «remodelaciones» y procuraré priorizar las que más me duelen, luego haré una planificación «para no dormirme en los laureles»
Grácias por volver a ser motor (ecológico, que hoy es el dia de la Tierra y hay que mirar por el futuro) de nuestros cambios, esos que nos mejoraran como personas y de paso mejorararan este mundo que hacemos entre todos/as.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Montse como siempre qué maravilla de colaboración! Espero que esta noche en tus reflexiones lo hagas como tú sabes, con mucho cariño y compasión.
Tú eres una versión BRUTAL de persona, haces que el mundo sea bonito de contemplar.
Gracias por seguir caminando a mi lado, has sido y eres uno de mis mejores motores.
Te quiero muchísimo
Gracias por ser tú, con tus malos y tus maravillosos hábitos.
Ana
Me gustaMe gusta