Feliz martes querid@s amigu@s, muchas gracias por volver a caminar un ratito a mi lado.
Nos posicionamos a las puertas de mayo, qué locura y qué controversia, tan rápido y tan lento que nos pasa el tiempo. Todo depende desde el punto de referencia en el cual nos situemos.
Hoy acompañamos a todas aquellas personas que se encuentran en «momento» de decisiones imperantes: elecciones de ruta de vida. Posicionados en esa época en la que TOCA decidir futuro, sí o sí; surge esa presión originada por nuestro mundo «perfectamente» competitivo y, acto seguido, cae con un enorme peso sobre sus hombros, su mente y su corazón.
Primordial transmitiros a tod@s vosotr@s que no estáis solos… De manera real, me gustaría que interiorizarais que unas cuantas-bastantes miradas son de cariño y de comprensión hacia vuestra angustia; entendemos tanto esos frentes abiertos que se os presentan: sí, empatizamos con vosotr@s profundamente. Empatía, ese bonito vocablo que much@s pronunciamos pero que son los menos los que realmente ejercen lo que su significado conlleva…
Ahora, yaaa, ipso facto, es el momento: ¡A decidir un camino de futuro, a poder ser, sin equivocación alguna! Por favor, la palabra clave es camino dejemos la referencia del futuro, noción que tanto nos llena la boca, ya que «todo controlamos» y, a veces, pecamos en no saber recordar nuestros propios miedos ante tal premisa.
Para mí no es tan sencillo perder dicha memoria aunque ésta me pueda implicar debilidades, las mías propias. Recordemos, querid@s, que Sí, obviamente nos puede invadir una impavidez que paralice o minimice, de manera efectiva, ese recorrido nuevo a iniciar.
Perdón, sólo «un@s poc@s» sentimos miedo a equivocarnos; «otr@s», desde que nacieron, han tenido claro vías a seguir, qué gran fortuna. Dejemos atrás ese feo vocablo: HIPOCRESÍA, sin más, unas disculpas a los receptores de semejantes patrañas.
Señores y señoras, recordemos, HONESTIDAD: muchas veces, nuestras cabecitas se han visto invadidas por esas grandes dudas tortuosas, preguntas totalmente lícitas. Por favor, echemos la vista atrás, no siempre fue obvio que llegaríamos a cumplir requisitos necesarios para acceder a lo que, probablemente, sí posiblemente, podía ser lo que nos atraía más o para lo que estábamos más capacitados o lo mejor para nosotr@s o…
¿Y de verdad que dicha optimización era realmente para nosotr@s? Quizás, formalmente, formaba parte de las expectativas del mundo que nos rodeaba, pautándonos por dónde ir dando cada paso, sin dejar opción a nuestras verdaderas necesidades y/o gustos: aquello que nos generaba más ilusión y nos atraía más.
Aún así seguimos forzando la máquina, a escoger, momento en el cual aquel árbitro te dice que es tu turno, que te toca jugar en la partida y, si pierdes un único movimiento, te comen tu ficha, en su defecto: tu ánimo, y ya has perdido el lance: fracaso asegurado. ¡Qué trampas más grandes nos lanzan a nuestra mente!
Venga, realizas elección a toda marcha, no respiras mucho, por si te equivocas, y así consigues llegar a lo que se supone que tú eliges… Pero, ¿y si no lo consigues? Primero se convive con un proceso de frustración, sin embargo, una vez aceptado, es potencialmente importante recordar que existen más caminos, más opciones, más intentos.., si realmente nos interesa.
Vamos, se cumplen requisitos, y emerge la siguiente angustia: Y si después esa opción no llena totalmente; ¿pacto de sangre y has de continuar en ello, por el qué dirán o ya que estás aquí e incluso odiosas comparaciones: «Mira como le va a él/ella…»?
Por supuesto que tales apreciaciones NO SON IMPERATIVAS, opciones para encontrar un verdadero camino llegarán a existir, llenarán en esencia, qué importa si no es con la edad estipulada o si no es lo que se esperaba. Únicamente el propietario/a del gran «dilema» es quien debe visualizar su ruta.
Recordemos: La verdadera importancia de mirada corresponde a quien se encuentra en semejantes tesituras de acierto y/o error; para mí, realmente, serían ensayos hasta sentirse plenamente en el lugar donde se sientan identificad@s.
A ver, es interesante que exista la conciencia de que todo recorrido conlleva un esfuerzo de trabajo, de voluntad de afianzarse, de ejecuciones de vivencias generadas por aprendizajes, de ensayos de crecimiento… Ante todo, ejecutado con constancia y honestidad y, a pesar de ello: ¿Qué decir? Simple, que no es tan fácil contestar a esa pregunta tan incipiente a la par que agresiva: ¿Qué quieres ser?
Ya tenemos claro en el cruce transcendental donde se encuentran ¿Y nosotr@s, ya consagrados en el Máster de la selección, qué deberíamos hacer? Facilitar ese camino, acompañarles y escucharles en todas las necesidades que planteen, se trata de regalar el cariño verdadero. Acoger desde el corazón, sin engrandecer o minimizar sus sentimientos.
Sí que podemos manifestarles que nosotros también hicimos un recorrido similar o parecido, como individuo diferente y circunstancias de vida únicas y exclusivas a nosotr@s; lo que ni podemos ni debemos es hablar de los demás; ejemplos, tal vez; pero como orientación, no imposición y sobre todo desechar miradas externas inquisidoras.
Y, de nuevo, continúan reproduciéndose esas voces: ¿Qué vas a hacer con tu vida? ¿Qué vas a ser? ¿Aún no te has decidido?.. Si se tiene interiorizado que hay que escoger, reglas de juego, simplemente se trata de disminuir agresividad de contexto, nada más.
Por cierto, sugerencias de respuestas a pronunciar: «Continuar siendo yo, construir delante de las mejores opciones que yo sea capaz de visualizar»… Fuera agobios, ojear recorridos posibilitadores y alternativas sugerentes, dentro de la realidad del propietario a escoger.
Destaquemos premisas de la talla: De verdad, no somos los trabajos que desempeñamos in situ, ni los estudios que realizamos, ni los puestos que nos preceden al caminar; somos valiosos por nuestras esencias, nuestras identidades construidas a base de valores fundamentales y actitudes potenciadas en una dirección verdadera: Alzar nuestra propia persona.
Si dejamos que las personas de nuestro alrededor se vayan construyendo, entorno a su propia mirada, encontraran la paz, la tranquilidad y su propio triunfo, que será el que ell@s decidan, en exclusividad. Simultáneamente, nosotr@s, también nos sentiremos mucho más plenos, habremos contribuido a NO ponerles más peso, en el mejor de los casos se lo aligeraremos un «poquitín».
Siempre existirán innumerables opciones para llegar a las metas personales; se puede intentar, rectificar, cambiar, adaptar, ser lo menos infeliz posible eligiendo por decreto… Por favor, no hiperventiléis más de lo necesario y, si lo veis conveniente, pedid ayuda, me ofrezco voluntaria a acompañaros. Ante todo: «No existen errores, realizamos ensayos y aprendizajes in crescendo».
«Este mundo en el que vivimos hoy nos está estresando constantemente!!!! Qué bonito seria que cada uno pudiera escribir que lo que quiere es disfrutar: de la vida, de los amigos, de las personas cercanas,…, y además trabajar o estudiar lo que sea».
Montserrat Puig
Me confieso: A lo largo de mi vida he ido variando metas personales y no por ello me he sentido una fracasada, ni mucho menos, encontrar diferentes/mejores objetivos me ha aportado riqueza personal. Existe un más allá, no pautado ni reglado, no incluido en nuestro currículum vitae pero sí en nuestro «Currículum de vida personal y auténtica».
¡Que paséis una bonita semana! Sabéis dónde me encuentro, si lo necesitáis.
Un abrazo brutal, desde el corazón.
Ana Torres
Genial Ana!! Feliz semana 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Querido Christian,
Encantada que formes parte de esta familia, te espero para todo aquello que tú desees comentar, será un gran crecimiento.
Un abrazo enorme!!!
Feliz semana
Ana
Me gustaMe gusta
Este mundo en el que vivimos hoy, no creo que nuestros abuelos lo vivieran de esta manera) nos está estresando constantemente!!!! Que bonito seria que cada uno pudiera escribir que lo que quiere es disfrutar: de la vida, de los amigos, de las personas cercanas,…, y además trabajar o estudiar lo que sea. Inconscientemente preguntamos a los jóvenes (yo la primera) cuando nos los encontramos: ¿Qué estás haciendo? en lugar de preguntar: ¿Cómo estás? ¿Te va bien en la vida? ¿Eres feliz?.
Tu reflexión la hago mía y, a partir de ahora, cambiaré la mirada. Gracias Anita. Maravilla de reflexión
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mi querida Montse,
Precisamente tú creo que eres de las personas que más me ha enseñado el enfoque de cara a una vida de calidad basada en la esencia de las personas y la manera de fluir en la vida. Nada que ver con puesto de trabajo, nivel de estudios… Simplemente y maravillosamente, las personas con sus corazones y diversidades de vida.
Gracias por existir y enseñarme que siempre se puede seguir aprendiendo.
Tú eres una maravilla!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona