Buenos días querida familia, volvemos a compartir un buen ratito en este martes, día 13 de diciembre. Sí, martes 13, rompiendo esquemas de terror. ¿Os apetece? ¡Vamos junt@s!
Las supersticiones, esas ideas/creencias/tradiciones que nos llevan por caminos dirigidos y no elegidos o sí, por nuestra propia individualidad. ¿Sí que se trata de una elección? Puede que sí o que no… Dependiendo de a qué tipo de cábalas atendamos, encontraremos diferentes respuestas; recordemos no todo es blanco o negro y fusilar otras opciones no es lícito, dejemos pie a las diferentes convivencias.
Realmente, en función de los ambientes en los cuales crecemos, podemos llegar a interiorizar dichas creencias sin cuestionarnos si tienen razón de ser. Sí, simplemente, es lo que nos han transmitido nuestras culturas y nuestros mayores; consecuentemente no hemos puesto en duda fundamento alguno.
Marcar la diferencia en torno a creencias paralizantes populares implica dosis de voluntad de hierro y de tener claro cómo manifestarnos ante ideas ajenas a nuestra persona. ¡Ey! que no se trata de mirar despectivamente a aquellas miradas que no coinciden con las nuestras. Recordemos ante todo respeto, aunque no claudiquemos con lo que personalmente nos transmiten esos mensajes supersticiosos.
La base es poder tener un criterio propio y poder establecer unos límites que no te condicionen en exceso tu camino por ideas ajenas o tradiciones que quizás, solamente quizás, no pertenezcan a tu vida por mucho que imperen en los entornos por los cuales fluctuemos
Existe la posibilidad de encontrar puntos a favor y puntos en contra de determinadas creencias, depende del tipo de idea de que hablemos y, siempre y cuando, no nos impliquen variaciones de nuestro propio camino, sin lógica alguna, condicionando nuestra personalidad.
Ahora observemos nuestras propias supersticiones, aquellas que hemos creado a nivel individual. Destacar que pueden ofrecer volvernos eficaces y llevarnos a un determinado éxito que anhelamos. Las consideramos positivas, benefician nuestro ánimo y coraje, nos otorgan esa persistencia ante aquello que nos hemos propuesto y solos lo considerábamos inasequible. Interesante tener prudencia sobre el apego en torno a ellas y nos surja una dependencia que limite nuestro camino en caso de la no posibilidad de llevar nuestros propios rituales a cabo. Simplemente, que sean potenciadores sanos, si necesitamos de ellos, llanamente.
Creamos nuestra propia suposición estimulante/ limitadora; es interesante ir al origen y averiguar las causas de por qué hemos llegado a ella. Seamos conscientes de que igual que nos surgió la necesidad de crearla, tiempo después, podemos tener la opción de validarla, modificarla y/o borrarla. ¡Y seguir creciendo! Probablemente, nos funciona porque, en cierta manera, nos «vamos arriba» , creemos más en nuestras cualidades y miramos nuestros retos con menor miedo.
Trivialicemos, intentemos no otorgar todo el poder de nuestro triunfo a esa idea/acción, que sí que nos funciona, pero no todo el mérito de nuestra mejora es por nuestra superstición, seguramente nosotros mismos nos hemos empoderado; según con qué actitud afrentes, determinadas pruebas, el resultado cambiará totalmente, siendo la mismas personas, con o sin amuleto… ACTITUD.
Dejando emerger dosis de objetividad, son un tanto irracionales ya que no existe motivo alguno de evidencia necesaria ni fundamento real con datos un poco-bastante «fiables» para que esas ideas perduren en el tiempo. Ahora bien, normalicemos la necesidad de recursos para convivir con nuestros miedos individuales de alto nivel de importancia. Que existen procesos más beneficiosos, seguramente, pero cada uno recurre a lo que puede entrever personalmente como aliado.
Supersticiones propias o ajenas, sin obligación de reconocimiento ni de compartirlas, sencillamente lo que nos sugiera nuestra persona y, tanto si es en afirmación como en negación, no hay que sentir vergüenza por ellas o por quien las practique. Cada cual lleva su sendero en acorde a su esencia o lo que necesite para que fluya libremente.
Momento Honestidad: Reconozco que no he sido muy supersticiosa en torno a creencias de comunidad. No obstante, han coexistido en mi vida determinados «protocolos propios» que me han servido en mi camino, sin más.
Un ejemplo significativo: era bastante jovencita, me encontré una moneda yendo de camino al colegio, me la guardé en un bolsillo y seguí mi camino. Acaricié varias veces aquella moneda guardada tan confidencialmente; en un inicio, no se trató de un gesto de superstición propia pero acabaría derivando en ello. ¿Por qué?
Aquel día, me enfrentaba a uno de mis temidos exámenes de matemáticas, me los preparaba mucho y no siempre obtenía el resultado deseado. Las últimas experiencias me habían tirado mis ganas por los suelos, en mi propia cuerda floja, condicionado por dicha asignatura…
Bueno, antes de empezar aquella prueba, acaricié aquella moneda y le pedí ayuda en aquel instante. Me ilusioné y empecé con otro ánimo, de hecho lo hice con todos los ejercicios del examen que, curiosamente, me parecieron mucho más fáciles . Llegó el día de las notas, mi moneda ya me acompañaba voluntariamente y, de nuevo, la abracé. Sorprendentemente, mi nota fue de un Bien alto. No lo podía creer. Lo que sí hice fue una asimilación de cadena de hechos fortuitos. Y, SÍ, muchas de las veces en las cuales me he enfrentado a exámenes importantes he llevado a cabo mi ritual.
¿Era racional mi hechizo de la moneda? Por supuesto que no, lo que sí fue real: mi nivel de autoestima, en aquellos momentos decisivos. SÍ, según crees en ti, sube y los resultados varían. ¿Sigo practicando mi ritual? No, he evolucionado, y he llegado a la conclusión que mi mejor amuleto es creer en mí e intentar, con todas mis ganas y esfuerzos, todo lo que me propongo y está a mi alcance, por difícil que lo vea en un inicio.
En el pasado, mi pequeña-gran superstición me ayudó; sí, me empoderó a creer en mí pero no resolvió mi camino, he enseñado matemáticas como Maestra gracias a mi esfuerzo y empeño. Nuestras convicciones nos indican un paso más allá y decidir qué recursos usar, sin necesidad de juicios, simplemente respetándonos. Solamente revisarlas de vez en cuando, sin romanticismo y con dosis de sinceridad: mi moneda no funcionó siempre en todas mis pruebas.
¿Y vosotr@s? ¿Tenéis alguna anécdota supersticiosa que os apetezca compartir en nuestra Kabaña? ¡Os esperamos con todas nuestras ganas! Siempre aprendiendo, tod@s somos alumnado-maestr@s.
Querida familia, os he echado de menos, ¿quizás vuestras miradas son un lujoso talismán? No me importaría atribuiros ese gran poder aunque sé que el primer paso es mío y con mucho cariño. Os deseo que paséis una semana potente, con un martes tan normal como otro cualquiera y, en caso de que sea con diferencia, que esta marque un Buen día, sin más condición.
¡¡¡Un abrazo muy violeta!!!
Ana Torres
Carinyet, què valuoses les teves paraules, les teves mirades i les teves abraçades. GRÀCIES!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Montse, bonica,
son nuestros corazones, que nos contemplamos con cariño. Muchísimas gracias por valorar con tanto amor lo que compartimos en nuestra kabaña.
T’estimo molt
Ana
Me gustaMe gusta
Ostras!! Soy de las que no pasa «cadenas» porqué no cree en esa mala suerte y creía tener pocas creencias vinculadas a tradiciones que podían limitarme por el mero hecho de seguir tradiciones . Me doy cuenta que «esas que he creado yo misma» no las contaba en el paquete.
Esas que quieres creer que te hacen la vida más fácil. Me doy cuenta que la «creencia» que me hace evolucionar y crecer en mi propia autoestima es la que realmente vale, la que realmente es mágica.
¿Mágica? -dirás- Pues sí me doy cuenta, al leerte, que los momentos en los que he actuado desde mi fuerza, creyendo en mi, cambiando actitudes y respuestas «tradicionales» (que se esperaba de mí o que yo misma daba por sentadas) se ha dado la magia de poder ver resultados y opciones diferentes. Nos volvemos a ver pronto en la Kabaña.
Se te encontraba a faltar por aquí.
Montserrat
Me gustaLe gusta a 1 persona