¿De verdad no ves lo mismo que yo?

Buenos días amigu@s, un martes de volver a juntar miradas, por un ratito. Disculpad que en cada entrada apele al martes por la mañana, para mí es la referencia temporal de una bonita charla que implica mi responsabilidad voluntaria de acompañamiento con vosotr@s y conmigo misma; no obstante, entiendo que para el resto del mundo no será igual ya que la realidad con la que se vivará puede ser bastante diferente.

Es curioso como un mismo hecho tiene infinitas versiones y cada una de ellas con su propio fundamento, múltiples miradas que lo enfocan y diferentes apreciaciones que lo valoran. Importante dejar relegada la supremacía de una sola y atendamos a las diferentes individualidades, a nuestros mundos particulares de pensamientos, sentimientos y emociones.

Por favor, fuera el decreto unipersonal: «Lo que es, es; porque yo lo digo» ; interesante ir derogando todas las dictaduras y, aquí, hablamos de una bastante peligrosa: El poder de las palabras y los criterios establecidos, incoherentemente. Actuación un poco-bastante coercitiva.

Afortunadamente, múltiples versiones ante mismo incidente y no tienen por qué corresponder a imaginación desmesurada o inapropiada. Sencillamente entra en juego nuestra propia vida que interpreta, nuestro caminar va condicionado por nuestras experiencias vividas y los contextos en los cuales hemos convivido aprendiendo maneras de mirar la vida.

¿Y quién tiene más razón???? ¡Pues nadie o todos! Cuidado con querer mantener siempre nuestra mente rígida sin dejar espacio, que no hablamos de una mirada que se encuentre demasiado desviada de una realidad aparente; así que, dentro de unos baremos, toda explicación merece oportunidad de estar presente.

Aceptar que la realidad, como tal, no la vemos; más bien enfocamos desde nuestras percepciones individuales, y normalmente acostumbran a tener puntos en común con nuestros congéneres; sin embargo, cada ser como individuo único aportará sus propios matices. Ni mejores ni peores.

Por otro lado, a veces, sería necesario presentar mentes abiertas a modificaciones de nuestras propias percepciones, así, si se da el caso, podemos optar a otras que no disten tanto como la nuestra de una descripción un poco más objetiva. ¡Ey! Tengamos en cuenta que, cuando contrastamos con opiniones ajenas, las tenemos en mejor consideración si provienen de personas cercanas que si se trata de quienes no nos representan ningún vínculo, por desconocernos o por no tener puntos en común. En estos últimos casos, quizás, no ofrecemos oportunidad alguna. ¿Actitud proactiva o reactiva?

Básico: Respetar aquellas impresiones que fluctúen a nuestro alrededor y, por mucho que creamos que van erradas, recordemos que será desde nuestro punto de mira, más o menos acertado. Puede ser muy interesante y positivo relacionarse con prismas diferentes a los nuestros.

Cuidado que nuestras representaciones parten de nuestra propia mochila de donde podemos extraer fundamentos con estereotipos interiorizados, roles estipulados, e inclusos sesgos cognitivos que impliquen una falta de lógica,… Todo el conjunto nos puede arrastrar a apreciaciones un tanto deformadas. Simplemente escuchemos y contrastemos. Podemos realizar nuevos aprendizajes y reorientarnos. Nada es absoluto.

Ni yo poseo la verdad ni tú tampoco; lo más dulce: verdades dispares aprendiendo a convivir con una base de tolerancia y si, además, entra en juego la complicidad, quizás podamos construir junt@s una afirmación que se asemeje más a la pura realidad.

Mi pensamiento deriva en esas noticias importantes que nos ofrecen a diario, actuando nosotr@s como receptores. Nos relatan desde múltiples fuentes y, a veces, surgen dificultades de lectura, no sabemos interpretar si hablan del mismo acontecimiento. Fuentes, en teoría entrenadas para ser más que «objetivas» y nos llegan a «confundir» … Entramos en el después de recibirlas, nosotr@s como meros observadores las comentamos, pasan a ser aún mucho más subjetivas, nuestra implicación marca, consecuencia más directa: las variedades será exponencialmente aumentadas y cada cual tendrá sus argumentos.

Simplemente cuidemos nuestras miradas, descartar la mayor cantidad de distorsiones incipientes ante la «posible realidad» , antes de que nos desequilibren ante una existencia diferente y, si hay posibilidad, ofrecernos oportunidades de entrever, un poco más, valorando nuestra esencia. Sin más.

Momento Honestidad: Han existido épocas en mi vida en las que he convivido con un grado alto de desconcierto que me ha llevado a dudar de mi criterio o de mi «saber hacer» en una dinámica de percepción de vida o de aquellas que enfocaban los eventos junto a mí, ¿no veíamos lo mismo? Ahora, desde hace unos añitos, entiendo que es imposible que alguien, que no sea yo misma, pueda entender mi percepción, igual que yo tampoco puedo mimetizar acciones/pensamientos de l@s otr@s, sin yo verlos en mi interior. La verdad es que es un descanso permanente dejar atrás la lucha de egos por el quién tiene la razón y respetar miradas, incluida la propia.

Mi querida familia, os deseo una semana de lucidez y crecimiento ante los diferentes cruces de mirada que podáis encontrar en vuestro caminar diario. ¡A por una comunidad multicolor de visualizaciones y/o percepciones!

¡Un abrazo muy violeta!

Ana Torres

Anuncio publicitario

2 comentarios en “¿De verdad no ves lo mismo que yo?

  1. montserrat1506

    Que reflexión tan simple y a la vez tan intensa, como te centras en el respeto a lo que otros, tú o yo misma, podemos haber vivido y por tanto marcado de diferente manera. Como, el proceso vital de cada uno, sigue un camino distinto y maduraciones diferentes. Y en todo ello la realidad es que mi percepción no tiene que anular la tuya, ni al contrario…
    Ser consciente de esta verdad no absoluta te libera de exigencias y, en mi caso, me permite sentir desde el corazón lo que el otro me comparte, sin necesidad de juzgarlo ni querer cambiar sus percepciones. A la vez me libera de la necesidad que pueda tener mi mente por agradar a todos y adaptarme a sus deseos. Si mi corazón y mi proceso no lo siente, no te voy a cambiar a ti, pero tu acéptame como yo lo siento y no quieras cambiarme. Solo, como bien dices, juguemos a la complicidad y la escucha plena.

    Le gusta a 1 persona

    1. Mi querida amiga,
      Me encanta tu manera de compartir tu mirada desde tu perspectiva. Brutal.
      La realidad nunca llegará a su máxima porque atendemos a nuestras interpretaciones, lo más lógico debido a nuestro recorrido. Destacar la plenitud desde el respeto de las infinitas percepciones sin dejar de ser consideradas con la nuestra propia.

      Muchísimas gracias por tu convivencia en nuestra Kabaña emocional.

      Ana

      Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s